domingo, 20 de junio de 2010

Girls en México (o por qué siempre me gustan los raros)

Descubrí a Girls el año pasado cuando fui a una posada de Arts & Crafts a comprar discos buenos, bonitos y baratos. Por unos módicos $400 compré como 17 discos con "lo mejor del catálogo de Arts & Crafts", incluyendo joyitas como Julian Plenti, Stars, Yo la Tengo, M. Ward y por supuesto Girls. Antes de tener el album Album sólo había escuchado Laura y se me hacía coqueta pero nada más; sin embargo, el disco completo me encantó. Empezando por Lust for life, cuyo maravilloso video pueden ver aquí, pasando por las melancólicas Ghostmouth y Hellhole Ratface, hasta la sexy y un poco stalker God Damned y la romántica Summertime, el disco tiene como una especie de identidad muy sólida. No sé bien como explicarlo, pero me gusta que la letra de las canciones, la música, el arte, los videos, todo tiene sentido y congruencia, y es como asomarse durante 12 canciones a la vida de un grupo de adolescentes perpetuos de San Francisco, que no tienen otra preocupación además de sus tragedias de romance y una que otra depresión (sin rayar en lo emo).


Siendo honestos, la historia personal de Christopher Owens, letrista y vocalista de Girls, tiene mucha influencia sobre esta imagen idealizada del grupo. No es la intención de este post el contribuir a la ya-de-por-sí-mucha información de historias y leyendas urbanas sobre la infancia de Chris (sí, también él es mi amigo, así que le digo Chris), sino ejemplificar algo típico de mi vida: me encantan los hombres raros. ¿Por dónde empezar con Christopher Owens? El cabello rubio más largo (pero no más lindo!) que el mío, el look que hace pensar que saca su ropa de la beneficencia, el cuerpo flaco y sin músculos, la identidad sexual un poco confusa, en fin, hay mil razones por las cuales las mujeres normales se horrorizarían ante la presencia de Chris, pero no, a mí me encanta!!!



Por alguna extraña razón este hombre me provoca querer regalarle flores. Tal vez apapacharlo un poco en sus momentos de depresión. Y fiestear con él en San Francisco al estilo del video de Hellhole Ratface (otro must, que a mi gusto va de lo inocente a sexy a lo ligeramente homoerótico, tal como debe ser la vida de Chris en realidad). La única semi-explicación que puedo darle a esto es que más allá de lo raro, me gustan los hombres interesantes y con cosas que decir. Igual y no muchas cosas que decir, pero que por lo menos las digan.


Pero bueno, cuando me enteré que venía Girls al DF, no me quedó más opción que arrastrar a una amiga a verlos. Ante un Lunario que se veía bastante vacío y después de tener que soportar a los Fancy Free -la banda más desangelada que he visto en mucho tiempo- por fin salío Girls.

Foto mía, el vocalista de los Fancy Free era el más divertido del concierto.

La única decepción fue el cabello corto de Chris. ¡Yo quería ver el cabello largo! Ni hablar.

Foto mía. Guapoooo.

JT, la otra mitad de Girls. Foto mía.

A pesar de que no son tan conocidos fuera de la banda fresa-hipsterosa del DF y sólo tienen un disco, creo que fue un buen concierto y en efecto me hizo enamorarme un poco más de Chris. Extrañamente las canciones que más me gustan no fueron mi hit en vivo (Lust for life, God Danmed) y las que tal vez no me gustaban tanto en el disco me encantaron en el concierto (Summertime).


Girls. Foto mía.


Girls. Foto mía.

Por ahora creo que es muy difícil especular sobre el futuro de Girls, pero creo que hicieron uno de los mejores discos del 2009 y no dejaron un buen conciertillo por acá. Igual y ya no vuelven a sacar otro disco tan bueno como éste, pero lo que es seguro es que siempre habrá alguna banda nueva con integrantes tan extraños como los de Girls, que segur también me encantarán.